Viaje de las Ideas

Qué cinismo de Ximena

Todo quedó en pura retorica, al final nada se hizo, casi todos los partidos políticos nacionales, mandaron a un legislador, de esos fajadores, para que subiera a la más alta tribuna de la nación a fin de pronunciar un radical posicionamiento en torno a la renuncia de la colimense Ximena Puente de la Mora, quien una semana antes de conocer que se le había promocionando para estar en los primeros sitios de la lista plurinominal a la diputación federal por el tricolor –sin duda partido al que pertenece– decide dejar la titularidad del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), oficina esta, que se supone debe estar blindada de toda tendencia o filia política a partido alguno, por tratarse nada más y nada menos de la instancia que en los hechos debe velar por la pulcritud y la sana aplicación de los recursos económicos, no sólo de los tres poderes de gobierno y de los partidos políticos, sino de todas las instituciones que reciban financiamiento público del presupuesto federal, pues su divisa principal es el de garantizar el derecho de acceso de las personas a la información pública gubernamental, así como proteger los datos personales que están en manos tanto del gobierno federal, como de los particulares, así mismo resolver sobre las negativas de acceso a la información que las dependencias o entidades del gobierno federal hayan formulado. Su esencia fundamental radica en promover la cultura de la transparencia en la gestión pública y la rendición de cuentas del gobierno a la sociedad, que rinda frutos y contribuya en los procesos de análisis, deliberación, diseño y expedición de las normas jurídicas necesarias en materia de archivos y datos personales. Intrínsecamente su perfil está ligado indisolublemente al fundamento de ser una institución autónoma e independiente, que no se subordina y no depende de nadie. Precisamente por ello, es altamente cuestionable e indebido el motivo de la renuncia de la señora Ximena, porque la ocupación de un cargo en un órgano así exige niveles de autonomía e independencia frente a las fuerzas políticas y las entidades de gobierno. El hecho de que ella salte como candidata a diputada antes de que termine su gestión, implica que hay una vinculación estrecha con el partido que la postula. Esto hace pensar que la decisión de la señora Puente de aceptar ser nominada como candidata del tricolor abre la sospecha de que haya tenido vínculos con el PRI, o incluso compromisos indebidos, desde que se le designó como comisionada. Apoco usted, estimado lector, no recuerda que fue ella la que propuso se le extendiera al PRI la constancia que lo declara ser el partido más transparente; peor aún fue Puente de la Mora, la que ayudó a Lozoya para que no se abriera el expediente del caso Odebrecht, pues la comisionada clasificó como confidenciales los avalúos realizados a la planta de Agro Nitrogenados que ha generado pérdidas multimillonarias en las que se involucra al ex director de Pemex, investigado por este monumental fraude. Sólo quien no lo quiera ver no le da el foto zum del hecho, a simple vista se lee que su nominación en la lista pluri, es en pago al servicio que hizo durante el tiempo que fungió como presidenta del INAI, siendo esto su retrato de cuerpo entero como persona carente de toda ética moral. Los partidos todos, (los de derecha, de centro y de izquierda), se quedaron chiquitos frente al valor a toda prueba que mostró Óscar Javier Solorio Pérez, ex pareja sentimental de Ximena ex comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, a quien señala y acusa de que utilizó a personal de dicha institución como “nanas” y choferes particulares al servicio de la hija de ambos. De ser verosímil esto, estamos ante actos inicuos. Claro que de esto el señor Meade no tiene en su vocabulario ningún concepto, como sí lo hace en una abierta violencia de género contra Nestora candidata de Morena al senadora por su natal Guerrero. Así las cosas. PUNTO Y RAYA El billete verde y el perjuicio colateral. Los analistas financieros ya lo habían vaticinado en sus análisis documentados, en los que afirmaban que una vez instalado el nuevo inquilino en la Casa Blanca, el peso norteamericano iría permanentemente a la alza y no se equivocaron. El problema es que el destornudo de Estados Unidos acá provoca pulmonía con la consabida mala respiración económica para nuestro país. Derivado de la constante alza del dólar, por añadidura todo tiende a subir, pues el 80% en el rubro de energéticos y sus derivados México compra esta petroquímica a USA, y que al tener otro valor adquisitivo la moneda extranjera, en ese mismo orden la deuda externa de México contraída con el país vecino, toma robusta dimensión, causando conflicto en el pago del servicio de la misma, trayendo como consecuencia una marcada devaluación y severa crisis para nuestra economía, por ello, todo se torna más difícil y de la noche a la mañana nos desayunamos con nuevos precios en todo el mercado nacional, para muestra un botón: es el caso del dólar que hoy se registra a la venta en $20.58, lo mismo sucede con el diesel que se vende a $19. 21 y la gasolina Premium a $20.09. Con estos groseros e inestables incrementos en los precios del combustible, en escalada se vienen todas las alzas en los demás productos de consumo, nos suben el precio del transporte, de la carne, de la leche, de la tortilla, del frijol; en sí toda la canasta básica, pero el salario nones. En el promocional televisivo pautado con cargo al partido acción nacional, sale un lenguarico que en su locución afirma con marcada mala leche, que de llegar Amlo a la presidencia, la gasolina subirá y que si votan por el Pan el litro de las gasolinas bajará. Estos sápatras miembros de la camarilla de Ricardo Anaya, que por cierto, su candidatura ya no levanta ni siquiera la mirada, creen que el pueblo es tonto, los tontos son ellos, esta caterva fue la causante junto con el Pri de que se haya aprobado la reforma energética, que tiene al país al borde la catástrofe financiera. Ni un voto al Prianrd. ¡Hasta la próxima!