top of page

CONVERSATORIO POLÍTICO

José Manuel Romero, regresa a Colima como futuro representante del PRI ante el poder ¿Legislativo?

José Manuel Romero, regresa a Colima para convertirse en representante del PRI ante el Poder ¿Legislativo? (Pie de foto)

De nueva cuenta el escándalo criminal se coloca como referente obligado para el estudio de las relaciones de poder. No es casualidad que tras episodios de marcada violencia sobrevengan una serie de reacomodos políticos orientados más a preservar la ruta que a recomponer el camino.

Apenas en la entrega anterior ( https://bit.ly/2XelDS9 ) señalábamos que los grandes problemas que padecemos como sociedad se deben en buena medida a que nuestro estado preserva vicios intactos del régimen anterior, por lo que es congruente afirmar que los personajes encargados de la administración pública se guíen bajo un patrón de conducta incompatible con las expectativas de la sociedad moderna. Mientras las nuevas conciencias impulsan agendas a favor de la transparencia, los derechos humanos y el respeto a la libertad de pensamiento, la élite política emplea los recursos a su alcance para garantizar la continuidad en el poder con todo lo que ello implica y desde luego con la forma tan característica de concebir su ejercicio.

Esa resistencia al cambio nos obliga a repasar con minucioso detalle la forma en que se entrelazan las relaciones a esos niveles y la desembocadura habitual en una cartera infinita de negocios cuyo eje es el financiamiento del Estado a través de la sustracción y desvío de recursos o bien, mediante el vacío deliberado de la autoridad.

Los hechos delictivos que cobraron la vida de siete agentes de la policía estatal, sumados al feminicidio de la diputada Anel Bueno Sánchez y la conmoción nacional generada por el asesinato del juez federal Uriel Villegas y su esposa, reflejan la fase de una crisis en seguridad inocultable ante cualquier propaganda disuasiva, pero a la vez exhibe el profundo deterioro que los malos gobiernos han causado a las instituciones.

En medio de esta convulsión de proporciones inéditas se enmarca el arribo del - ya no tan joven- José Manuel Romero Coello a la dirigencia estatal del PRI, institución que aún cuando no forma parte de la estructura gubernamental los hechos históricos acreditan que en Colima mantiene su vigencia como partido de Estado y como tal, es receptora de las mismas prerrogativas que una secretaría.

Bajo esas consideraciones el ex colaborador de Rosario Robles reaparece en la escena local por la evidente crisis de cuadros políticos de su partido y por considerar, erróneamente, que el paso del tiempo disoció su imagen con la de la ex secretaria de Sedesol en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Contrario al anhelo de aquellos burócratas que ven en Romero al agente que garantizará la fuente de trabajo en el complejo administrativo, el destino del ex secretario de la Juventud va más encaminado a desarrollar funciones legislativas que ejecutivas, pues si algo tiene seguro en estos momentos José Manuel, es precisamente la primera posición en la lista plurinominal de diputados locales y con ello la única posibilidad de representar los intereses de su partido ante un poder.

Se dice poco, pero en las actuales circunstancias del priismo colimense podría convertirse en la hipótesis más realista.

SANA DISTANCIA

Arnoldo Ochoa, fue invitado a colaborar con su experiencia a 482,76 kilómetros de Colima. (Pie de foto)

Aunque la prensa oficial pretenda disfrazar de ascenso político la salida de Arnoldo Ochoa, la maniobra para removerlo de la Secretaría General resultó una fórmula tan gastada que nadie acepta como auténtica la invitación de Alejandro Moreno. Ciertamente, la lectura política más elemental indica que el PRI requiere de su presencia en la Ciudad de México, pero esto es por la lejanía que hay respecto a la megalópolis. No olvidemos que el período electoral se encuentra próximo a iniciar y una figura con demasiado conflicto en su entorno se convierte en un lastre para cualquier proyecto que pretenda la suma de voluntades.

Sin recaer sobre sus hombros todo el descrédito de la actual administración, lo cierto es que Ochoa González contribuyó notablemente al caos que se vive en la entidad, pues como encargado de la política interna, el "Profesor" (de apodo) no entregó buenas cuentas y eso es demostrable al hacer una simple descripción del presente.

De larga trayectoria en el servicio público, el septuagenario político acumula a estas alturas más desavenencias que reconocimientos. Y aun cuando a su favor se le asocie como integrante de un histórico movimiento universitario, vale aclarar (sobre todo a las nuevas generaciones) que su contribución en aquellos años no fue exactamente desde el plano intelectual.

Formado bajo el pragmatismo del sistema autoritario, el "Güero" Ochoa compaginó a la perfección su iracunda personalidad con las reglas no escritas que marcaron la época del partido hegemónico. Ese fue el medio en el que se desenvolvió con relativa eficacia pero también es la luz que lo ha guiado en su prolongada carrera. Claro ejemplo es que, en reiteradas ocasiones, la política le brindó la oportunidad de apegarse al papel conciliatorio que le dictaban los cargos, algo en apariencia sencillo para un hombre con la madurez propia de la edad pero además, con una situación financiera resuelta; no obstante, su proclividad al choque y a la negociación ventajosa siempre abortó las salidas pacíficas con sus contrapartes.

Esa concepción errónea de poder lo ha llevado a protagonizar enfrentamientos públicos y privados bajo el respaldo y disposición de la estructura gubernamental. A nadie impresiona entonces, saber que operó el cese de un periodista, que presionó a jueces y magistrados para apropiarse de algún bien o que reprendió a estudiantes como sucedió lamentablemente en la Universidad Tecnológica de Manzanillo.

Su alargada estadía en el gabinete encuentra una razón compartida entre la opinión pública de a pie: el grupo que lo apoya mantiene fuertes intereses económicos y políticos con el gobernador Peralta. Mucho se habló, incluso, de que el mandatario no lo deseaba como colaborador suyo, pero debido a la presión que recibió por parte de dos polémicos personajes declinó su propuesta original. Y si viajamos un poco más al pasado reciente, recordaremos que para la elección extraordinaria Ochoa fue desplazado como coordinador de campaña por la joven Mely Romero. Este mismo antecedente hace todavía más inverosimil el cuento de su nueva responsabilidad ¡nacional!

Los gastos a comprobar de una secretaría mermada, la seguridad personal y el blindaje de una camioneta de último modelo no son, en su conjunto, el principal despojo para Arnoldo y compañía. Quitarlo de la segunda posición en el organigrama extinguió a su vez la tentación de repetir un esquema socorrido en los últimos procesos: sustituir al gobernador ante cualquier eventualidad, por ejemplo.

LA BARATA DEL DIABLO

Federico Rangel, más cerca del PRI con Locho. (Pie de foto)

Flaco favor le hacen a Leoncio Morán sus entusiastas promotores. En la desesperación por justificar los compromisos de convenio (y por asegurar alguna que otra chambita a futuro), un semanario apócrifo recurre a encabezados cada vez más grotescos como ocurrió con una reciente inserción pagada. En ella, el polémico alcalde de la capital aparece junto a dos de sus antecesores para sugerir a la opinión pública la idea de que una alianza de facto entre la membresía de Acción Nacional y la base del PRI, representadas en las figuras de Enrique Michel Ruiz y Federico Rangel Lozano, es un asunto que prácticamente define la elección.

Fuera del simpático titular que bautizó como "conclave" (cónclave quisieron decir) a la reunión en la que también participó Felipe Cruz Calvario, el encuentro de evidentes connotaciones proselitistas no aportó ninguna novedad al escenario político.

Basta recordar que Movimiento Ciudadano es una vertiente panista para obviar con ese simple hecho el papel del ex titular de la API. No hay en ese sentido, alguna aportación relevante que el ingeniero Michel brinde para el análisis ni para la fuerza electoral. Es, como se dice, parte del voto duro.

En lo que respecta al ex secretario de Educación, vale decir que su cercanía con Leoncio encuentra como punto de partida el momento mismo en que fue desplazado por Walter Oldemnburg para competir por segunda ocasión para la presidencia municipal. Rangel Lozano era la propuesta que Fernando Moreno llevaría a casa de gobierno antes de saber que José Ignacio Peralta (otro ex alcalde que apoya a Locho vía INCOIFET) ya se había inclinado por el ahora secretario de Fomento Económico. Nadie duda que el Profesor Rangel habría conseguido más votos al PRI en la penosa elección de 2018, pero también es cierto que, de haberse sostenido como candidato a senador, "El Diablo" emecista sería hoy el ocupante de un escaño en la cámara alta.

La combinación de factores no es una situación fortuita en la política. Algún empalme de intereses debió suceder por aquellos días para que convergieran tres circunstancias: 1).- La infiltración a Morena de un pésimo candidato 2).- Una propuesta débil del PRI pero suficiente para dividir las preferencias de Acción Nacional y, 3).- Que la corriente rangeliana no operara a favor del Revolucionario Institucional. Así las cosas, lo más probable es que el profesor Federico se encuentre más cerca de la cúpula priista con Locho, que en el propio partido en el cual militaba.

EL (DES)CRÉDITO DE NACHO

El gobierno del Estado solicita un nuevo crédito para atender cuestiones de salud cuando desvió recursos del desaparecido Seguro Popular y ni siquiera ha concluido el Hospital Materno Infantil. (Pie de foto)

Si hacemos un repaso de lo que ha costado la campaña para la aprobación del nuevo crédito, estaríamos en condiciones de afirmar que ya hay varios millones comprometidos en rubros que nada tienen que ver con la seguridad, la salud y mucho menos la cultura.

Apegados a los viejos modelos de simulación, los operadores de la Calzada Galván pasan por alto que la irritación social no es motivada por el endeudamiento acumulado sino por la desconfianza hacia quienes administran los recursos públicos y esa situación no es posible revertirla de forma tan sencilla como lo quieren ver, sobre todo cuando se recurre a los emisarios desautorizados por la opinión pública que a la vista se componen por dos o tres impresos languidecientes y un conjunto de paginitas electrónicas en las que caben los columnistas del llamado "nado sincronizado" .

Hasta ahora, ninguno de los opositores al crédito ha planteado la preocupación de que el gobierno estatal se vea envuelto por problemas de impago dado que los antecedentes obligan a cuestionar el verdadero destino de los recursos.

¿Cómo creer que se atenderá la salud pública cuando hospitales como el Materno Infantil fueron inaugurados inconclusos además de existir pagos pendientes a constructores?

¿Cómo admitir que aplicarán correctamente los recursos cuando hay observaciones sobre el desvío de partidas del desaparecido Seguro Popular?

¿Por qué creer que con el crédito se culminará la obra del C5 si de manera anticipada agotaron el recurso?

¿Quién no dice que, con la sobre facturación de los trabajos en Palacio de Gobierno, se financiará la construcción del nuevo edificio del PRI?

En estos momentos ¿quién confía en la capacidad de Nacho Peralta para gobernar?

Todas las interrogantes nos conducen a una respuesta genérica: La ciudadanía ya no está dispuesta a sostener el extravagante estilo de vida de los políticos como tampoco a patrocinar una serie de compromisos infructuosos para la vida pública.

Ahí están como ejemplo los onerosos convenios con medios, los contratos leoninos con empresas privadas, el pago de viáticos, la renta de jets y un interminable listado de prebendas que requiere el sistema corrupto para continuar su operación.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
  • Facebook - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
  • YouTube - Grey Circle
bottom of page