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Editorial



AMLO CON COVID:


La noticia de que Andrés Manuel López Obrador tiene covid sacudió a la opinión pública. Junto a sinceras muestras de apoyo, incluso por parte de algunos de sus más severos críticos, se expresaron en las redes sociales mezquinos comentarios en contra del mandatario, justificados bajo el argumento de que el país está polarizado.

Que el presidente López Obrador se haya contagiado confirma que, en efecto, el ciudadano Andrés Manuel esperó su turno en la vacunación contra el coronavirus. Lo hizo aun cuando muchos analistas lo instaban a inmunizarse al mismo tiempo que el personal sanitario en la primera línea de atención a pacientes infectados, en razón que la salud del jefe de Estado es un asunto de seguridad nacional.

AMLO no es el primer gobernante del mundo que se contagia de SARS-CoV-2, pero sí es uno de los que no han utilizado su investidura como justificante para ponerse hasta delante en la fila de vacunados. Es coherente entre el decir y el actuar, se comprometió a que recibiría el biológico al mismo tiempo que los demás mexicanos en su rango de edad.

Tampoco es el primer funcionario del gobierno federal en enfermar de covid y, de hecho, cuando se dieron los primeros casos en el círculo de colaboradores más cercanos se empezó a seguir en Palacio Nacional un protocolo preventivo especial. Gracias a ello, se pudieron detectar los síntomas y atenderlos oportunamente.

Los efectos son leves, como lo explicó el presidente en sus redes sociales y luego lo confirmó la secretaria de Gobernación, y se espera que se recupere pronta y satisfactoriamente, un dato importante en una enfermedad que en ciertos casos deja secuelas prolongadas.

INSUSTITUIBLE:



Dada la importancia de la figura presidencial en un sistema de gobierno como el nuestro, no se pueden entender los comentarios de quienes no solamente dijeron alegrarse de la noticia sino hasta desearon que el cuadro se agrave.

El mismo domingo, ya hablaban algunos de cómo lo iban a sustituir. Los medios que se asumen como opositores publicaron entrevistas con juristas sobre la posibilidad de una ausencia prolongada o definitiva del titular del Ejecutivo. Los consultados hablaron de las soluciones contempladas en la Constitución, pero también de los problemas para encontrar en el gabinete una figura con la estatura suficiente para cumplir las obligaciones de un interinato.

En la conferencia de prensa del lunes, Olga Sánchez Cordero dejó en claro que el presidente López Obrador sigue ejerciendo plenos poderes, como se evidenció en la conferencia telefónica que sostuvo con su homólogo ruso Vladimir Putin, con quien acordó el envío de 24 millones de dosis de la vacuna Sputnik V.

En verdad a nadie, mucho menos a esos opositores, conviene que López Obrador no pueda atender los asuntos de gobierno. Su indiscutible liderazgo es el que ha mantenido dentro de los cauces institucionales a grupos antagónicos. Difícilmente un sustituto conseguiría el nivel de influencia que se necesita para contener a las fuerzas que se mueven a ambos extremos de la geografía política.

GARANTÍA DE PAZ:


El mismo Andrés Manuel es garantía de una respuesta mesurada y serena ante las agresiones tan desaforadas de las que ha sido objeto. Por mucho que sus opositores quieran denostar ‘el estilo personal de gobernar’ y el sentido de sus políticas públicas, la postura de López Obrador es la más inteligente dentro de un bloque heterogéneo donde cada corriente trata de imponer su agenda.

El liderazgo de López Obrador alcanza para encauzar la participación de grupos económicos, políticos y sociales de toda índole, una hazaña de conducción política que difícilmente otra persona podría logar.

Aunque sus opositores acusan a AMLO de haber polarizado al país, en realidad lo ha unificado, como lo demuestra el respaldo del pueblo y las mismas preferencias y niveles de aceptación manifiestos en los estudios de opinión pública.

Si Andrés Manuel manejara un discurso de odio y polarización, como dicen, no tendría esos niveles de aceptación y popularidad sino todo lo contrario. López Obrador no necesitaba fingir que está enfermo. Aparte que no es una característica de su persona, el respaldo que tiene de la gente se debe a que ha sido honesto. No necesita armar un engaño de ese tamaño, porque tiene niveles muy altos de aceptación.

EL OTRO PAN:


Reaccionó la prensa oficialista a la presentación del regidor capitalino Héctor Insúa como precandidato de Movimiento Ciudadano a la diputación federal por el primer distrito.

Les irrita que Insúa García regrese a la política electoral cuando, aparentemente, ya se había jubilado para dedicarse (por cierto, sin dejar de venir de vez en cuando a las sesiones de cabildo) a su negocio de transporte de frutas entre Tecomán y la frontera norte.

Insúa se enemistó con el grupo gobernante cuando, como alcalde de Colima, se negó a escriturar a particulares un estudio de danza construido con recursos públicos al norte de la ciudad.

Ahora, la animadversión contra Insúa se suma a la condena que ya le dictaron a Locho, en quien el viejo régimen tenía fincadas esperanzas que pudiera impedir el arribo de la 4T a Colima. A estas alturas, son escasas las posibilidades de Morán de ganar la gubernatura como tercera vía, pero no de conseguir algunas posiciones para MC.

En el segundo distrito electoral federal, el proyecto de Locho no cuaja. Pero en el primero ya reclutó a Insúa, a Federico Rangel y a Enrique Michel, tres expresidentes municipales de Colima. Con esta oferta, Locho le quiere robar votos al PRI y al PAN.

Morán Sánchez tuvo que replantear su proyecto luego que falló la combinación con Felipe Cruz Calvario, alcalde de Villa de Álvarez. No se ha podido recuperar de esa pérdida: Felipe consolidaba la apuesta de MC como una disidencia del PAN, pero optó por llevarse sus activos al Verde. Y ahora Locho redobla esa quiniela con Insúa y Michel.

NUNCA SEGUNDAS PARTES...



Mientras la tensión política y la atención del público se centraba en los empeños de las diferentes expresiones del conservadurismo por reducir la viabilidad de triunfo de Indira Vizcaíno, Leoncio Morán Sánchez se estuvo guardando.

Él fue el primer personaje que se proclamó como una alternativa a la continuidad del gobierno priista en la entidad y, en términos de posicionamiento político, no tiene mayor problema. No ocurre así con su viabilidad de triunfo.

En su segunda administración municipal y tras haber sido candidato del PAN a la gubernatura en la elección extraordinaria de 2005 y de Movimiento Ciudadano (MC) en 2015, Locho es una figura conocida sobre todo en la capital del estado y su zona metropolitana.

Morán ha estado jugando con los tiempos. Le convino guardarse porque esta segunda administración no ha sido para presumirse. No pudo hacer obra, se ha limitado a conservar la infraestructura y el equipamiento urbano que él mismo realizó en su primer mandato (2003-2006) o que le heredaron sus sucesores.

Se ha hablado poco de su gobierno y mucho de sus aspiraciones. No es ajeno a los problemas económicos que enfrentan otros órdenes de gobierno, pero cada vez contrasta más la situación financiera del ayuntamiento capitalino con la economía del gobierno municipal de Manzanillo.

En otro tiempo, los alcaldes porteños envidiaban los ingresos de la ciudad de Colima que, entre otras ventajas, tenía la de no tener que gastar en una policía municipal ya que el mando de la seguridad pública le corresponde al gobernador.

FIGURA OBSCENA:


Más que su imagen, Locho está administrando su carácter. Sabiéndose un político de personalidad controvertida, el silencio le favorece. No ha querido arriesgarse a un nuevo escándalo.

Muchos colimenses (y mexicanos) conservan en la memoria la imagen de Locho abrazando al trabajador de la empresa privada que el alcalde contrató para remover la Figura Obscena: obra escultórica de José Luis Cuevas que se ubicaba en el cruce de Camino Real y Tercer Anillo Periférico.

Como esa glorieta desapareció cuando construyeron el paso a desnivel en la esquina del Hospital Regional, y la pieza fue colocada en los jardines del Complejo Administrativo del gobierno estatal, no se entiende a estas alturas qué se proponía hacer Locho al adelantar el traslado de la escultura.

Se especuló que tomaba ventaja sobre el gobierno de Silverio Cavazos para evitar que la Figura Obscena fuera sustituida por una estatua del malogrado Gustavo Vázquez Montes, probablemente la misma que terminó en la explanada de Casa de la Cultura.

Como la glorieta desapareció, a estas alturas resulta confusa la acción del alcalde, quien exigía a gritos que la Policía Estatal no se llevara al operario que trataba de mover la pieza. Por cierto, ese empleado de la empresa de grúas luego sería señalado por haber fracturado, junto con sus compañeros, una escultura que creían de bronce sólido. El daño provocó la ira del artista y Morán Sánchez fue nota nacional acusado de vandalismo por el propio Cuevas.

Locho también tiene historia por sus escándalos en redes sociales. Un ejemplo son los videos que él mismo subió a internet cuando se enfrentó a gritos con el líder de los burócratas Martín Flores, en ese entonces dirigente estatal del PRI. Y, antes, con Roberto Chapula, con quien se enfrentó dos veces por la presidencia municipal y una vez por la diputación federal por el primer distrito. Sin olvidar su altisonante pleito con su compañero legislador en San Lázaro, Gerardo Fernández Noroña, que todavía se puede rastrear en YouTube.

LAS REDES NO VOTAN:


En descargo del precandidato de MC a la gubernatura, cabe reconocer su manejo de la mercadotecnia política en estos tiempos de la comunicación digital.

Locho ha sido un innovador de las campañas electorales. Basta recordar su eslogan ‘Los niños de Colima estamos con Locho...’ de su primera elección municipal, que llevó a la entonces diputada local Hilda Ceballos (qepd) a presentar una iniciativa para prohibir el uso de los infantes en la propaganda política. Y en su segunda ocasión al frente del Ayuntamiento, el video desde la regadera.

Sin embargo, parece haber olvidado esa ingeniosa manera de tener presencia social. Ahora está replicando el modelo de manejo en redes socio-digitales del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, nuevo referente político del franquiciatario de MC en Colima.

Sin estar técnicamente en precampaña. Locho invadió las direcciones IP de los colimenses. Y cuando alguien abría plataformas como YouTube o Facebook, aparecía un mensaje de Morán Sánchez. Ya veremos si al final de los comicios la autoridad electoral le contabiliza estas pautas publicitarias en redes sociales, como parte de su gasto en campaña.

En todo caso, Locho debe tener presente que Twitter, Facebook ni YouTube votan. Por mucha interacción que tenga con los cibernautas, las redes sólo representan una parte del electorado.

La tragedia de Locho es que, en ninguna coyuntura, él se presenta como solución. No tiene problema de posicionamiento, pero los tiempos corren y no atrae las miradas. Es muy conocido, pero pocos quisieran que él fuera su candidato. Una cosa es la percepción y, otra, la aceptación.



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